El 25 de marzo de 1655, el astrónomo holandés Christiaan Huygens
descubría uno de los objetos astronómicos más estudiados en la actualidad,
Titán, satélite natural de Saturno, Huygens publicó este descubrimiento en una
de sus obras titulada Systema Saturnium, publicada en 1659.
Titán es el mayor
de los satélites de Saturno y el segundo del Sistema Solar tras Ganímedes (Satélite natural de Júpiter). Además es el único satélite conocido que posee
una atmósfera importante, y el único objeto,
aparte de la Tierra, en el que se ha encontrado evidencia clara de cuerpos
líquidos estables en la superficie, según el Proyecto Espacial Cassini – Huygens, el ciclo hidrológico de nuestro planeta está basado en el
agua, el equivalente de Titán lo está en hidrocarburos como el etano o el
metano.
El "agua" de Titán, sin embargo, no es H2O. Con una temperatura en la superficie que está por
debajo de los 143o C (290o F)
bajo cero, Titán es demasiado fría como para tener agua líquida. En cambio, los
investigadores creen que el líquido que esculpe a Titán es una mezcla
desconocida de metano, etano y otros hidrocarburos difíciles de congelar.
La idea de que Titán es un mundo húmedo, con
"agua" alienígena que le es propia, está ampliamente aceptada por los
científicos planetarios. No hay otro modo de explicar las observaciones: El Proyecto Cassini – Huygens de la NASA y la Agencia Espacial Europea tiene por
objetivo estudiar Saturno y sus satélites naturales, la nave Cassini, de la NASA ha sobrevolado a Titán
más de noventa veces desde el año 2004, enviándole pulsos de radar y
construyendo mapas de sus lagos y mares. La sonda Huygens, de la Agencia
Espacial Europea, se posó sobre la superficie de Titán usando un paracaídas en
el año 2005; descendió a través de nubes húmedas y cayó de hecho sobre suelo mojado.
Aquí en la Tierra, los cuerpos de agua raramente están quietos. La
brisa que sopla sobre sus superficies causa la formación de olas, que se
levantan y rompen; las gotas de lluvia que caen sobre la superficie de los
mares también proveen oleaje. Y, sin embargo, de acuerdo con los datos
proporcionados por la sonda Cassini, en Titán los lagos están bizarramente
quietos, sin acción del oleaje notoria hasta escalas milimétricas.
"Sabemos
que hay viento en Titán", dice Alex Hayes, científico de la Misión Cassini.
"Las magníficas dunas de arena en la luna son la prueba".
Si se añade esto la baja gravedad de Titán (apenas un séptimo de la de
la Tierra) que ofrece muy poca resistencia al movimiento de las olas, y
entonces se tiene un verdadero rompecabezas.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes de los últimos años
es lo mucho que se parece el paisaje de la luna Titán, del planeta Saturno, a
nuestro planeta Tierra. Al igual que nuestro planeta azul, la superficie de
Titán está salpicada con lagos y mares, tiene canales de ríos, islas, lodo, y nubes
de lluvia. La gigantesca luna es indudablemente húmeda.
La atmósfera de
Titán está básicamente compuesta aproximadamente por 85% Nitrógeno, y 15% de
otras moléculas complejas tales como el metano, y es muy parecida a la composición
de la atmósfera de la Tierra, que está compuesta por un 80% de nitrógeno.
Si de los objetos astronómicos del Sistema Solar Venus el más parecido a la Tierra en condiciones externas
(tamaño, masa, densidad y volumen), Titán lo es en condiciones internas (Atmósfera,
fenómenos climáticos y geológicos, presencia de ríos y lagos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario