miércoles, 25 de marzo de 2015

El fabuloso Titán de Saturno

El 25 de marzo de 1655, el astrónomo holandés Christiaan Huygens descubría uno de los objetos astronómicos más estudiados en la actualidad, Titán, satélite natural de Saturno, Huygens publicó este descubrimiento en una de sus obras titulada Systema Saturnium, publicada en 1659.

Titán es el mayor de los satélites de Saturno y el segundo del Sistema Solar tras Ganímedes (Satélite natural de Júpiter). Además es el único satélite conocido que posee una atmósfera importante, y el único objeto, aparte de la Tierra, en el que se ha encontrado evidencia clara de cuerpos líquidos estables en la superficie, según el Proyecto Espacial Cassini – Huygens, el ciclo hidrológico de nuestro planeta está basado en el agua, el equivalente de Titán lo está en hidrocarburos como el etano o el metano.

El "agua" de Titán, sin embargo, no es H2O. Con una temperatura en la superficie que está por debajo de los 143o C (290o F) bajo cero, Titán es demasiado fría como para tener agua líquida. En cambio, los investigadores creen que el líquido que esculpe a Titán es una mezcla desconocida de metano, etano y otros hidrocarburos difíciles de congelar.

La idea de que Titán es un mundo húmedo, con "agua" alienígena que le es propia, está ampliamente aceptada por los científicos planetarios. No hay otro modo de explicar las observaciones: El Proyecto Cassini – Huygens de la NASA y la Agencia Espacial Europea tiene por objetivo estudiar Saturno y sus satélites naturales, la nave Cassini, de la NASA ha sobrevolado a Titán más de noventa veces desde el año 2004, enviándole pulsos de radar y construyendo mapas de sus lagos y mares. La sonda Huygens, de la Agencia Espacial Europea, se posó sobre la superficie de Titán usando un paracaídas en el año 2005; descendió a través de nubes húmedas y cayó de hecho sobre suelo mojado.

Aquí en la Tierra, los cuerpos de agua raramente están quietos. La brisa que sopla sobre sus superficies causa la formación de olas, que se levantan y rompen; las gotas de lluvia que caen sobre la superficie de los mares también proveen oleaje. Y, sin embargo, de acuerdo con los datos proporcionados por la sonda Cassini, en Titán los lagos están bizarramente quietos, sin acción del oleaje notoria hasta escalas milimétricas.

"Sabemos que hay viento en Titán", dice Alex Hayes, científico de la Misión Cassini. "Las magníficas dunas de arena en la luna son la prueba".

Si se añade esto la baja gravedad de Titán (apenas un séptimo de la de la Tierra) que ofrece muy poca resistencia al movimiento de las olas, y entonces se tiene un verdadero rompecabezas.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes de los últimos años es lo mucho que se parece el paisaje de la luna Titán, del planeta Saturno, a nuestro planeta Tierra. Al igual que nuestro planeta azul, la superficie de Titán está salpicada con lagos y mares, tiene canales de ríos, islas, lodo, y nubes de lluvia. La gigantesca luna es indudablemente húmeda.

La atmósfera de Titán está básicamente compuesta aproximadamente por 85% Nitrógeno, y 15% de otras moléculas complejas tales como el metano, y es muy parecida a la composición de la atmósfera de la Tierra, que está compuesta por un 80% de nitrógeno.

Si de los objetos astronómicos del Sistema Solar Venus el más parecido a la Tierra en condiciones externas (tamaño, masa, densidad y volumen), Titán lo es en condiciones internas (Atmósfera, fenómenos climáticos y geológicos, presencia de ríos y lagos).



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