El 23 de
Marzo de 1919, en el Salón Industrial y Comecial ubicado sobre la Plaza San
Sepolcro de Milán, un número de 119 espectadores asistieron a un discurso que
ofrecía el creador y director del diario Il Popolo d’Italia, Benito Amilcare Andrea Mussolini, con el que acababa
de fundar la organización política Fasci
Italiani di Combattimento, tras leer el Manifiesto Fascista (Declaración
inicial de la posición política que adoptarían, escrito por Alceste de Ambris y
Filippo Tommaso Marinetti). Sin que alguien se diera cuenta en aquel instante
había nacido el fascismo.
Los Fasci
Italiani di Combattimento serían los cimientos sobre los que emergería el
Partido Nacional Fascista que sería fundado el 9 de Noviembre de 1921, con el
que Benito Mussolini llegaría al poder a ejercer su dictadura.
El fascio, es una palabra italiana utilizada
para referirse a los grupos políticos extremistas de diferentes orientaciones
ideológicas.
Ideología
de los Fasci Italiani di Combattimento:
·
Abolición de la monarquía de los Saboya e imposición de una
República.
·
Control de las tierras por parte de los campesinos.
·
Participación de los obreros en el desarrollo de las empresas y en
sus beneficios.
·
Eliminación de la banca especulativa.
·
Recuperación del nacionalismo italiano.
·
Política exterior expansionista respecto a Yugoslavia y Austria.
·
Adhesión de Italia a la Sociedad de Naciones para fomentar
la paz universal.
El 15 de
Abril de 1919 se llevó a cabo la primera acción de violencia de los Fasci Italiani
di Combattimento en Milán contra la sede del periódico marxista Avanti!,
donde un grupo de escuadristas destruyeron el edificio por completo. A partir
de entonces los Fasci Italiani di Combattimento se dedicaron a atacar objetivos
de los adversarios, especialmente las sedes y locales del Partido Socialista
Italiano (PSI), aunque también realizaban incursiones en casas de políticos,
círculos recreativos, cámaras de trabajo, sindicatos o escuelas populares
dirigidas por la extrema izquierda. No solamente atacaban lo material, sino que
también a personas de la oposición, normalmente socialistas, a los que
propinaban palizas golpeándoles, apaleándoles, rociándoles con aceite de ricino
urticante, incluso en algún caso se le fue la mano a más de uno provocando
alguna víctima mortal.
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